Reciclaje Textil
El reciclaje de los residuos textiles evita que éstos se acumulen en los vertederos, además de darles un nuevo aprovechamiento a sus materiales
Se calcula que el consumo anual de textil por persona en países del primer mundo es de entre 7 y 10 kg por lo que se pude calcular que los residuos de este material oscilan en las mismas proporciones, esto sin contar la cantidad de residuo de este tipo que genera la industria del sector textil y de confección. En el municipio de Madrid los residuos textiles representan aproximadamente el 2% en peso de los residuos urbanos generados.
Los residuos textiles de estas industrias pueden ser utilizados para la elaboración de nuevas materias primas. Para ello se necesita clasificar por tipos de fibras para posteriormente desmontar las piezas y volver a hilar. Los nuevos hilados pueden ser usados por el sector de la confección para la fabricación de piezas nuevas.
Las fibras recuperadas y recicladas también pueden ser utilizados en la fabricación de acolchados de muebles y colchones, rellenos aislantes, soportes para alfombras, filtros, etc.
El reciclaje de los residuos textiles evita que éstos se acumulen en los vertederos, además de dar continuidad al ciclo de vida del producto. Sin embargo, con las nuevas costumbres de consumo y moda la mejor opción para la ropa de la que nos deshacemos y que está en buen estado, es siempre la reutilización.
Esta ropa que muchas veces es tratada como basura, puede ser reutilizada, siempre y cuando haya separado selectivamente por los ciudadanos, por ello los que quieran deshacerse de ropa y otros textiles del hogar que estén en buen estado, pueden donarlos o bien depositarlos en los contenedores específicos de ropa usada que hay instalados en la vía pública o llevarlo a los Puntos Limpios de su municipio.
Muchas entidades sin ánimo de lucro se dedican a recoger de ropa usada, que después de pasar por un proceso de manipulación, son entregadas a grupos necesitados ó comercializadas en mercados como ropa de segunda mano o vendidas como trapos de limpieza.
La actividad que llevan a cabo las organizaciones de recuperación y reciclaje de textiles proporciona ventajas tanto de carácter social como ambiental, además de la creación de puestos de trabajo para colectivos con dificultades para insertarse en la vida social y laboral.